Psicología forense

La psicología forense es la especialidad de la psicología jurídica cuya función es la recopilación, el análisis y la presentación de evidencia psicológicas que aporten información en procesos judiciales. El órgano colegial reconoció la especialidad en el 1998. El psicólogo testifica como perito experto utilizando un lenguaje legal y con tecnicismos ajenos a otro tipo de especialidad psicológica para proveer información al personal legal de forma que pueda ser entendida para todos los participantes en el juicio.

La evaluación pericial psicológica se diferencia de la evaluación clínica en que en esta no se realiza una evaluación intentando comprender los procesos cognitivos que subyacen a la conducta, poniéndonos en el lugar del sujeto e intentando programar un tratamiento. La evaluación dentro del contexto forense requiere pruebas con alta fiabilidad para intentar conseguir una valoración de las conductas del sujeto, su diagnóstico y las posibles connotaciones de su personalidad en cuanto a la situación judicial presente.

Algunas de las temáticas donde puede ser necesaria la actuación de un psicólogo forense son las siguientes: En procesos de guarda y custodia para la definición del régimen de visitas, impugnación de tutelas, la posibilidad de un acogimiento familiar, procesos adoptivos, incapacidades o procesos de tutela.

En los juzgados de instrucción o de lo penal donde realiza valoraciones periciales psicológicas de los acusados valorando su capacidad procesal y la valoración de la víctima en cuanto a secuelas o credibilidad del testimonio y juzgados de vigilancia penitenciaria. En la actualidad la prevalencia de los casos de violencia sobre la mujer hace que el psicólogo este presente en los juzgados de violencia sobre la mujer pudiendo solicitarse la valoración del hombre, la mujer e incluso los menores que vivan bajo el mismo techo que el matrimonio y para obtener información en cuanto a la guardia y custodia o la actuación asistencial en casos más críticos.