Trastornos de la personalidad

La personalidad hace referencia a las especificidades genéticas, físicas y sociales, que tiene cada persona y que la hacen única, diferente, en relación con las demás. Sería la combinación del temperamento, que viene dado por la genética, la constitución, lo que conforma el individuo de forma innata y del carácter, que hace referencia a lo que se aprende, con la socialización, es decir, los aspectos psicosociales. 

Cuando se habla de trastornos de la personalidad, se hace referencia a aquellos que afectan al carácter, lo que constituye la dimensión psicosocial de la personal y que se puede modificar. La psicoterapia puede ser un instrumento útil para el tratamiento de los trastornos de la personalidad. Será el psicólogo o especialista el que determine cuál es forma óptima de tratamiento.

Tipos de trastornos de la personalidad

En psicología se utiliza dentro del proceso de evaluación, la herramienta llamada DSM, es el manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales de la Asociación Estadounidense de Psiquiatra que presenta una clasificación global de los trastornos mentales con descripciones específicas con la finalidad de profesionalizar el diagnóstico con baremos iguales para todos los profesionales de la salud del mundo. La última edición publicada en 2013 nos hace referencia en cuanto a los trastornos de personalidad a una agrupación de 10 tipos de trastornos. Se encuentran reunidos en tres grupos teniendo en cuenta la similitud de los síntomas.

Subtipo A. Rasgos excéntricos

• Personalidad Paranoida – Síntomas de desconfianza injustificada, hipersensibilidad, poca afectividad y suspicacia continua.
• Personalidad Esquizoide – Introvertidos, absortos en sus fantasías y pensamientos, fríos y distantes socialmente.
• Personalidad Esquizotípica – Surgen anormalidades en la percepción y el pensamiento más la personalidad fría y hermética del esquizoide. No llega a cumplir los criterios para ser esquizofrenia.

Subtipo B. Rasgos inestables y dramáticos.

• Personalidad Antisocial – Acciones continuas donde falta el respeto al otro sin tener en cuenta sus derechos o su estado emocional. Carácter destructivo y propiamente antisocial. Tiene un inicio temprano.
• Personalidad Histriónica - Presenta relaciones interpersonales marcadas por la manipulación, superficialidad, el egocentrismo, la hipocresía y sobre todo por el carácter extremo de cada una de sus actitudes. 
• Personalidad Límite- Polariza los estados de ánimo encontrándose siempre en el extremo de su emoción. Pobre autoimagen y sensación de pérdida de identidad constante. Impulsividad y relaciones caóticas
• Personalidad Narcisista- Presenta sentimientos excesivamente exagerados de autovaloración, grandiosidad y superioridad en relación con los demás. Explosiones de enfado ante la falta de atención y la incomprensión por parte de los demás.

C. Subtipo C. Ansiosos o temerosos:

• Personalidad evitativa – Hipersensibilidad a las relaciones interpersonales por temor al rechazo y la vergüenza ante los otros. Muy baja autoestima y conductas de retraimiento y evitación constantes.
• Personalidad Dependiente – Necesita a los demás para su validación como persona y su satisfacción constante. Baja autoestima, falta de confianza y visión negativa ante la idea de estar o sentirse solo. Se necesita que a uno le cuiden.
• Personalidad Obsesivo-compulsiva - inflexibles ante el cambio y se molestan si la rutina se ve alterada debido a la existencia concreta de su obsesión. Pueden ser diferentes temática. Son ansiosas y tienen dificultad para completar las tareas y tomar decisiones. La personas se preocupa de forma excesiva por las reglas, la perfección, el orden, el control. 

Tratamientos de los trastornos de la personalidad

En la terapia psicológica la evaluación nos permite detectar la hoja de ruta clínica y profesional que debemos de seguir con cada uno de nuestros pacientes. Ante los casos que conllevan un diagnóstico respecto a un trastorno de la personalidad debemos de tener claro que matices se potencian en la fase de tratamiento pues el objetivo principal es la ayuda, la coherencia y la necesidad de transmitir confianza y seguridad en el proceso. Señalo a continuación algunos de los enfoques terapéuticos que podemos tener en cuenta respecto a la intervención en trastornos de personalidad:

• En los trastornos de origen paranoide es importante potenciar el discurso terapéutico con claridad y realizar actividades en la sesión que le permitan ganar confianza y poder llegar a delegar su pensamiento en otra persona para desconfiar de su propio enfoque. Enseñar técnicas de relajación y expresión corporal, cuestionar principios y creencias propias, entrenamiento con esquemas de pensamientos. Enseñarle que el estado de alerta puede ser una atención selectiva negativa y perjudicial, potenciar el autoestima y la sensación de autoeficacia.
• En los trastornos antisociales es fundamental el entrenamiento de la empatía, que conozca los estilos de comunicación y las consecuencias sociales que genera cada uno de ellos. Que el propio contacto con nosotros como ayuda le haga iniciar un contacto social positivo que probablemente hace tiempo que no tenga, ampliar su sentido de la responsabilidad y fomentar la reestructuración cognitiva para que trabaje la eliminación de creencias contraproducentes y radicales hacía si mismo y hacía los demás.
• En los trastornos límite de personalidad es importante informar al paciente de en qué consiste su situación actual, cuáles son los síntomas que aparezcan para intentar erradicar esa sensación de desesperanza y descontrol propia del trastorno. Se pueden utilizar enfoques de tratamiento con la escuela de Young o Beck como la dicotomización de pensamientos irracionales, potenciar ejercicios de autoestima neutralización la aparición de creencias de autolesión, favorecer el contacto en el mundo real donde no existen solo los blancos o negros extremos, ejercicios de expresión verbal, abordaje de sentimientos intensos para favorecer el control posterior de impulsos entre otros.

Estos son algunos de los recursos necesarios que se pueden plantear en la terapia clínica respetando siempre el ritmo del paciente y fomentando ante todo que haya un buen rapport en la sesión entre ambos. 

¿Cómo ayudarse uno mismo si padece TLP (Trastorno límite de personalidad)?

- Gestión del Tiempo. Intentar mantener un horario estable de sueño, comidas y ciertas rutinas de ocio que sean gratificantes como ir al gimnasio, correr o estudiar un idioma.

- Confianza. Sobre todo en los profesionales. Convencernos de que el médico, el psiquiatra y el psicólogo son aliados de uno mismo y nos van a acompañar en este camino como nuestra mejor muleta.

- Ponernos metas realistas con un margen temporal de una semana para empezar poco a poco. En ocasiones hacemos miles de planes a largo plazo que al no cumplirse nos suponen una frustración y sufrimiento innecesarios.

- Informar a nuestros familiares y amigos de eventos y situaciones que van a suceder para que nos ayuden a prevenir una posible activación emocional.

- Obtenga mucha información sobre su problema. Cuanto más nos conozcamos y cuando más identifiquemos situaciones conflictivas y personas que nos recorfonten mejor.

- Secuenciar las tareas, aquellas que supongan muchos pasos que se desglosen en pasos más pequeños aunque tardemos más tiempo en realizarlo.

Por supuesto pedir ayuda cuanto más te conozcamos mejor podremos ayudarte.

Imagen: 04Mukti en Wikimedia