La diabetes es una enfermedad crónica, que aparece cuando el páncreas no es capaz de producir suficiente insulina, o cuando el organismo no la utiliza de forma eficaz.
La Organización Mundial de la Salud estima que unas 350 millones de personas padecen diabetes en el mundo. Esta cifra podría duplicarse en las próximas 2 décadas.
Siguiendo el tratamiento indicado, así como las recomendaciones de hábitos saludables, es posible que las personas que padecen diabetes tengan una vida larga y sana a pesar de esta enfermedad.
Para las personas diabéticas se recomienda una alimentación saludable, la dieta mediterránea es una buena opción. Se ha demostrado que ésta puede prevenir las enfermedades cardiovasculares, por lo que siempre es una excelente manera de llevar una alimentación saludable.
Es importante recordar que muchos productos que vienen con la etiqueta “light”, pueden contener azúcar, y no son aptos para el consumo de personas diabéticas. Aunque contengan una proporción de azúcar más baja, sigue siendo muy elevada para las personas con diabetes.
Las contracciones de los músculos que se provocan al realizar ejercicio, consumen glucosa de la sangre, previniendo así las complicaciones de la diabetes.
Otros beneficios del ejercicio físico son mejora de las cifras de tensión arterial, colesterol y función cardiovascular.
Se recomienda guardar en la insulina a una temperatura entre 4 y 8 grados centígrados. Sin embargo se advierte que administrar la insulina recién sacada de la nevera, puede ser doloroso para el paciente.
Para evitar esta sensación la insulina que se utilizará, se puede mantener a temperatura ambiente entre 15 y 29 grados centígrados.
Después de 4 semanas a temperatura ambiente, se debe desechar la insulina que está en uso, tal como lo recomiendan los fabricantes. Además está no debe ser almacenada en el congelador ya que las temperaturas por debajo de los 2 grados centígrados, provoca que pierda su acción. Tampoco se debe exponer a la luz,ni el calor.
Es necesario revisar los pies de las personas diabéticas cada día, observando si existe alguna rozadura, herida o enrojecimiento. Si se detecta alguna lesión en los pies, debe consultar al personal sanitario y evitar manipularlas.
Se deben mantener los pies limpios lavándolos todos los días con agua tibia y jabón, secándolos minuciosamente y eliminando toda la humedad que se acumula en la zona entre los dedos.
Para cuidar las uñas de los pies, se debe utilizar una tijera de punta roma y una lima de cartón. Nunca utilizar tijeras de punta afilada, corta uñas, u otros objetos punzantes. Las uñas deben cortarse de forma recta, evitando cortar los lados.
Cuando el paciente no pueda realizar estos cuidados de forma precisa es conveniente que acuda un podólogo.
Cuando un paciente padece diabetes corre el riesgo de sufrir retinopatía diabética. Una enfermedad que si no se trata adecuadamente, puede ocasionar una pérdida de visión.
Por esta razón y para prevenir esta enfermedad se aconseja acudir a revisiones en el oftalmólogo una vez al año.
Seguir estas recomendaciones y mantener un estilo de vida saludable, contribuye a controlar la diabetes. Sin olvidar, por supuesto, administrar la medicación adecuada y practicar de deportes, para prevenir las complicaciones derivadas de la diabetes.
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