La resistencia a la insulina, insulino-resistencia o resistencia insulínica, describe una situación en la que las células son menos sensibles a esta hormona, producida por el páncreas, cuya principal función es mantener bajos los niveles de glucosa o azúcar en sangre, así como ayudar a que ésta de los alimentos a entrar a las células para así proporcionar energía al organismo.
Es decir, proporciona a las células el aporte adecuado de glucosa para realizar los procesos de síntesis, para los cuales se precisa realizar un gasto energético. Por el contrario, cuando se produce una situación de resistencia insulínica, el nivel de glucosa en sangre tiende a dispararse, con lo que el nivel de glucosa en la sangre es demasiado alto.
Un aumento de azúcar en la sangre que se conoce como hiperglucemia, concretamente cuando los niveles de azúcar en sangre son elevados (>250mg/dl) o simplemente superan los objetivos de control establecidos.
Qué es resistencia a la insulina
La resistencia a la insulina se produce cuando el organismo deja de reaccionar o reacciona débilmente a la acción de esta hormona segregada por el páncreas. Es entonces cuando los tejidos (hígado, músculos, esqueleto, tejido adiposo y cerebro) tienen una menor respuesta ante la acción de la insulina a la hora de disponer de la glucosa necesaria para el normal funcionamiento del cuerpo humano.
Como vamos a ver a continuación, la resistencia a la insulina puede desencadenarla un estilo de vida sedentario, así como la obesidad y a menudo constituye la antesala de la diabetes tipo 2. Otras consecuencias de la resistencia a la insulina están relacionadas con los problemas de fertilidad, y también aumenta el riesgo cardiovascular.
Por otro lado, podemos definir qué es la resistencia a la insulina relacionándola con la hiperglucemia y, por otro lado, contextualizándola con la patología asociada más común, la mencionada diabetes tipo 2.
En relación a la hiperglucemia, básicamente ésta propicia la aparición de cuerpos cetónicos por el hígado, a consecuencia de la degradación de las grasas liberadas al torrente sanguíneo. En estos casos, los diabéticos pueden sufrir esta descompensación, entre otras razones, por la exisetncia de una determinada situación (embarazo, infecciones, intervenciones quirúrgicas, etc.) llevar una dieta inadecuada, por no realizar suficiente ejercicio o, por ejemplo, por no haber administrado la insulina u otros medicamentos antidiabéticos.
También puede influir la toma de otros medicamentos o no recibir dosis no ajustadas. Una descompensación que puede requerir una actuación médica urgente, en función de los resultados que ofrezca el control de cuerpos cetónicos mediante análisis de orina o sangre.
Más conocimientos prácticos sobre la resistencia a la insulina
Además de tener una idea general de qué es la resistencia a la insulina, resulta importante contar con información práctica para tratarla, además, lógicamente, de someterse a las pruebas médicas pertinentes para la elaboración de un diagnóstico y tratamiento personalizado.
En la red podemos encontrar documentos sobre qué es la resistencia a la insulina en pdf en los que se ofrece una visión global sobre la cuestión, incluyendo orientaciones para el paciente de cara a la realización de pruebas para confirmar un diagnóstico y consejos del día a día para disminuir los niveles de glucosa en sangre.
Entre otros, se recomienda llevar un estilo de vida saludable que incluye una dieta equilibrada, sin excesos y rica en fibra, además de ser clave la reducción de los azúcares y féculas refinadas o, por ejemplo, de la grasa saturada y el alcohol.
Sin que ello suponga que se pueda prevenir o controlar en todos los casos siguiendo este tipo de consejos, pues también influyen otras posibles causas, como la herencia, el consumo de determinados medicamentos, el sobrepeso o diferentes problemas hormonales.
Sea como fuere, es importante contrastar la información que encontramos en la red con el profesional o profesionales que nos tratan para así poder adaptar de la mejor forma esos consejos a nuestro caso particular. No en vano, en el manejo de la hiperglucemia la autogestión o autocuidado de la enfermedad es un aspecto clave como estrategia de éxito.