Originaria de la Medicina Tradicional China, la acupuntura, a través de agujas muy finas en puntos específicos del cuerpo, trata de recuperar la armonía del organismo, mediante estimulación del sistema nervioso, eliminación de toxinas, etc.
La Medicina Tradicional China tiene una antigüedad de 2500 años, y se caracteriza por considerar nuestro organismo como un sistema de flujos de energía, que deben estar equilibrados, para nosotros sentirnos saludables. La forma de diagnóstico es a través del pulso y las características de la lengua.
El acupuntor lo que hace es seleccionar los lugares del cuerpo que se tienen que estimular, y donde se colocarán las agujas, que permanecen en el cuerpo durante 30 hasta 45 minutos.
De forma adicional, se pueden estimular las agujas con una corriente eléctrica, que es lo que se conoce como electroacupuntura.
También se puede colocar "moxa", preparado suave de la yerba mugwort seca, en la parte superior de las agujas, que se quema, en una técnica que se llama moxibustión.
La Organización Mundial de la Salud, a partir de 1979 considera la acupuntura útil para tratar más de 49 trastornos y enfermedades, que van desde los efectos secundarios negativos de la radioterapia y la quimioterapia, hasta la rinitis alérgica, pasando por la depresión, el dolor de cabeza, de rodilla, de espalda, de cuello, la hipertensión, la artritis reumatoide, etc.
Además la Unesco, en 2010, ha declarado la acupuntura y la moxibustión Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad.