Cirugía de cabeza y cuello

El término de cirugía de cabeza y cuello abarca las intervenciones realizadas a los pacientes con cáncer de estas regiones de la anatomía. Una enfermedad cuyos factores de riesgo más importantes son el tabaco, el alcohol, la exposición a la luz UV o a sustancias tóxicas, el sexo, sobre todo en hombres, la edad o, entre otros, las infecciones de la cavidad oral.

Conocerlos es importante, puesto que ayudan a su prevención, así como a su detección precoz, puesto que el cáncer de cabeza y cuello puede tratarse con éxito mediante cirugía o radioterapia, con una alta tasa de supervivencia. Sin embargo, en muchas ocasiones se detecta cuando éste está avanzado, lo cual, lógicamente, empeora el pronóstico.

Igualmente, el tratamiento se hace más complejo, si bien por lo general éste es multidisciplinario e implica a diferentes profesionales, entre los que se encuentran, además de los oncólogos, otorrinolaringólogos y odontólogos, distintos especialistas en cirugía, como los cirujanos plásticos, los cirujanos maxilofaciales o neurocirujanos.

¿Qué es la cirugía de cáncer de cabeza y cuello?

A la hora de definir la cirugía de cabeza y cuello, por lo tanto, hemos de aludir a que se realiza para eliminar ciertos tipos de cáncer que se encuentran en esta área o bien para repararla. De hecho, actualmente se practica una cirugía oncológica avanzada de cabeza y cuello, así como cirugía de reconstrucción facial una vez extirpado el tumor.

En concreto, el área incluida en la cirugía de cabeza y cuello engloba la boca o cavidad oral, la garganta o faringe, la laringe, la tiroides, los senos paranasales, la cavidad nasal y las glándulas salivales.

Tipos de cirugía de cabeza y cuello

El tratamiento quirúrgico se enmarca en el conjunto de la estrategia terapéutica que se determine como más adecuada para el paciente, en muchos casos estará condicionado no sólo al tamaño y localización del tumor sino también a la experiencia, conocimiento y pericia del cirujano que lo atiende.

En la práctica clínica, los tratamientos pueden aplicarse solos o combinados. Desde la quimioterapia administrada por diferentes vías y la radioterapia, hasta la cirugía convencional o mediante el uso de innovadoras técnicas. De forma muy simplificada, en los estados iniciales, son opciones comunes la cirugía o radioterapia, y la cirugía seguida de radioterapia o radio quimioterapia, así como, por ejemplo, en los estadios avanzados, comenzar con una radioterapia para realizar finalmente una cirugía de rescate.

La quimioterapia se puede utilizar de forma simultánea con la radioterapia y también para reducir el tamaño del tumor y así hacerlo más fácilmente operable. Por su parte, la radioterapia puede utilizarse de forma aislada o como tratamiento complementario a la cirugía, también en combinación con la quimioterapia.

La cirugía convencional, es decir, la cirugía abierta, tiene el objetivo de extirpar el tumor, utilizando distintas técnicas quirúrgicas para dejar un margen de seguridad.

La cirugía con láser, por su parte, se utiliza tanto para la recidiva del tumor como para su extirpación una primera vez. Se accede al mismo a través de la boca, sirviéndose de un microscopio quirúrgico para ampliar la imagen y ser más preciso con el uso del láser CO2.

Este tipo de cirugía requiere una larga formación y, al igual que la convencional, se realiza con el fin de eliminar tumores de la cavidad oral, lengua, faringe y laringe de forma menos invasiva. A diferencia de la cirugía tradicional, esta técnica reduce las cicatrices y secuelas en general, facilitando la recuperación y, por ejemplo, evitando en muchos casos la traquetomía.

La cirugía robótica, como es bien sabido, constituye un campo tremendamente innovador, que no cesa de avanzar y su uso en cabeza y cuello permite obtener numerosos beneficios para el paciente. Se han logrado grandes resultados, en especial con sistema de cirugía robótica da Vinci, que ha permitido grandes resultados en cirugía robótica transoral para tratar el cáncer de orofaringe.

Entre otras ventajas, reduciendo la necesidad de cirugía reconstructiva o, al menos, cambiando las necesidades de ésta. Aunque, tanto para la intervención como para las necesidades de reconstrucción, lógicamente, aumentará la dificultad en los casos más complicados.

¿Cuál es el mejor cirujano de cabeza y cuello?

Por último, si nos preguntamos cuál es el mejor cirujano de cabeza el cuello, es importante tener en cuenta que existen numerosos cirujanos de cabeza y cuello destacados. Tanto por su formación como por la experiencia y buenos resultados, teniendo en cuenta que la formación y experiencia son fundamentales, sobre todo cuando se trata de casos complicados, así como de aplicar determinadas técnicas, como la cirugía con láser.

Sin embargo, hay que puntualizar que el tratamiento estos tipos de cánceres se tratan de forma integral, con lo que la importancia de un buen cirujano de cabeza y cuello no debe de ser la única inquietud del paciente. Muy al contrario, la calidad del equipo determinará la terapia a seguir y, en concreto, el tratamiento quirúrgico puede depender de factores, como la, preparación, experiencia y pericia del cirujano, además de influir en el mismo el tamaño y localización del tumor.