Cirugía oncológica de cabeza y cuello

Los tumores de cabeza y cuello, más frecuentes en hombres que en mujeres, localizados en la laringe, labio y cavidad bucal, glándulas salivares, nasofaringe o, entre otros, en la amígdala, paladar o base de la lengua, quedando excluidos los tumores cerebrales, tiroideos y de piel.

Son tumores que suelen localizarse, sobre todo, en los tejidos que rodean la boca, la nariz y la garganta. Es decir, afectan a zonas como la nariz, los senos paranasales, la cavidad oral o, por ejemplo, la laringe y representan alrededor del 5 por ciento de todos los tumores, apareciendo en la edad madura, a partir de los 50 años.

Se producen por distintas causas, algunas de ellas desconocidas, aunque puede afirmarse que los hábitos poco saludables y algunas enfermedades son la causa predominante. Entre los factores de riesgo, podemos citar la genética la alimentación, así como el consumo de drogas como el alcohol o el tabaco, además del virus del papiloma humano o, por citar otro más, la irradiación solar en casos de cáncer de labio inferior.

La importancia de un diagnóstico precoz en el cáncer de cabeza y cuello

El hecho de que la detección precoz sea complicada lleva a los expertos a aconsejar un seguimiento estrecho de los pacientes que tengan más factores de riesgo. En particular, teniendo en cuenta que suelen ser precedidos por lesión precancerosa y relacionarse con el alcohol y el tabaco, incrementándose el número de casos ocasionados por virus como el papiloma humano.

Por otra parte, estamos hablando de unos carcinomas que generalmente se acompañan de otros tumores relacionados con los sistemas digestivos o respiratorios, afectando a menudo al esófago o pulmones.

Sea como fuere, tras el diagnóstico y evaluación de los tumores de cabeza y cuello se lleva a cabo un tratamiento integral en el que se incluye la rehabilitación y el seguimiento. En concreto, suele tratarse con quimioterapia y radioterapia, además de la cirugía oncológica, cuyo éxito depende en gran medida de un diagnóstico precoz.

¿Qué es la cirugía oncológica de cabeza y cuello?

Como su propio nombre indica, la oncología quirúrgica permite el tratamiento local de tumores y carcinomas mediante intervenciones que se realizan desde un enfoque multidisciplinar.

Un equipo multidisciplinar

Por lo tanto, si nos preguntamos qué especialistas la realizan hemos de ir más allá de los cirujanos oncólogos formados para llevar a cabo una cirugía de cabeza y cuello. En su quehacer, éstos trabajan coordinados con cirujanos maxilofaciales, oncólogos, radioterapeutas, neurocirujanos, cirujanos plásticos, otorrinolaringólogos y un largo etcétera de profesionales pertenecientes al equipo pluridisciplinar.

El hecho de que sean estos especialistas formados en esta subespecialidad de la cirugía quienes la lleven a cabo, por lo tanto, no debe dejar de lado que se precisa de un conocimiento profundo de la biología del tumor, entre otros aspectos esenciales propios de cada caso, siempre dentro de un enfoque multidisciplinar. Sin olvidar, claro está, el posoperatorio y tratamiento de mantenimiento posterior.

¿Cuándo se recomienda la cirugía oncológica de cabeza y cuello?

Esta cirugía hemos de encuadrarla en el enfoque conservador del tratamiento dentro de lo posible, puesto que tras el diagnóstico positivo confirmado por biopsia se decide el tratamiento a partir del tamaño y la extensión del cáncer.

Así pues, el tratamiento buscará conservar las funciones de los órganos más importantes de la cabeza y el cuello para resultar lo menos invasivo posible y, de este modo, preservar la calidad de vida del enfermo. Así pues, la cirugía suele ser la primera opción de tratamiento.

La cirugía puede no estar recomendada si se ha producido metástasis, por lo que el cáncer se habría extendido, haciéndola inviable. En estos casos, habitualmente se opta por un tratamiento de quimioterapia e inmunoterapia.

Recapitulando, los tratamientos más comunes son quimioterapia, radioterapia y cirugía, ya sea optando por las dos últimas de forma aislada o combinada. Por su parte, la quimioterapia se aplica como tratamiento adicional para ayudar a lograr mejores resultados tanto de una como de otra, así como de su combinación.

Será en función del tipo de cáncer, lugar y fase de la enfermedad como se determine la modalidad de tratamiento más adecuado. Por lo general, en las primeras etapas de estos tipos de cánceres se recurre a la radioterapia o la cirugía.

Por contra, si el cáncer está más extendido se optar por ambas, pudiendo realizarse la cirugía seguida de radioterapia y quimioterapia. En algunos casos también puede ser necesario complementar la radioterapia con cirugía. Es el caso de la cirugía orientada a la extirpación de zonas afectadas, como puede ocurrir con los ganglios linfánticos.

Como hemos apuntado anteriormente, a veces el cáncer es extenso y la cirugía no puede extirparlo por completo. Siempre que no haya metástasis en otras zonas del cuerpo, se puede valorar la posibilidad de usar la radioterapia de forma previa a la cirugía con el objeto de reducir el tamaño del tumor de cara a un mayor éxito en el quirófano.

Preguntas y respuestas sobre cirugía oncológica de cabeza y cuello

Noticias sobre Cirugía oncológica de cabeza y cuello

Avances en la cirugía oncológica de cabeza y cuello

El diagnóstico y tratamiento del cáncer de cabeza y cuello (CCC), unos carcinomas en los que España supera a la media europea en incidencia, han evolucionado de forma muy positiva en los últimos años.

Tanto facilitando un diagnóstico precoz como en la mejora del tratamiento, especialmente en este segundo, según apunta Ignacio Cobeta, jefe del Servicio de ORL del Hospital Universitario Ramón y Cajal, en Madrid.

En los últimos años se ha mejorado el pronóstico por la suma de ambos factores. Por un lado, los avances en el diagnóstico precoz, basado en la sospecha clínica y las pruebas de imagen, permiten facilitar tratamientos de conservación de órganos, así como mantener la deglución y la fonación.

Por su parte, el experto señala que la sospecha clínica, "especialmente en varones fumadores y bebedores, facilitará la terapia conservadora, tanto quirúrgica como con radioterapia y quimioterapia."

Al margen de que el tabaco y el alcohol sean el desencadenante principal, ahora también conocemos que la infección por el virus del papiloma humano es un importante factor de riesgo entre personas más jóvenes, 40-50 años.

En cuanto al avance en tratamientos, Cobeta destaca que si bien la supervivencia no ha aumentado en términos generales, sí se ha conseguido mejorar la calidad de vida de los pacientes.

La curación del CCC se puede lograr mediante cirugía conservadora (mantiene la deglución y la fonación) o mediante quimio-radioterapia (con un aumento de supervivencia gracias al uso de anticuerpos monoclonales), destacando el empleo de microcirugía con láser, ultrasonidos y robots.

En estados avanzados se combina la cirugía con la quimio-radioterapia. Por último, el doctor recuerda también la importancia de dar un tratamiento integral basado en un enfoque multidisciplinar que busca mejorar la calidad de vida de los pacientes.

Diario Médico

 

Publicidad