Coaching

El coaching es una rama bastante nueva dentro de la psicología, basada en un enfoque holístico o integral de la persona, estando en el extremo contrario a la psicoterapia, y que por tanto no sirve para tratar patologías o enfermedades psicológicas.

El coaching se plantea como objetivo ayudar a las personas a mejorar su trayectoria y su desempeño profesional, en diferentes aspectos como son la reorientación laboral, la mejora del trabajo, búsqueda de empleo, mejora de relaciones laborales, con subordinados o superiores y con la institución, etc.

Lo que hace el coach es descubrir el potencialque cada uno tiene en su interior, para luego posibilitar el desarrollo de herramientas que permitan conseguir las metas fijadas o aprovechar oportunidades que surgen en la vida. El coach acompaña, orienta, ayudaen todo ese proceso.

El coaching también permite resolver retos personales, alcanzar equilibrio personal, conectar de nuevo con los valores.

Tipos de coaching

El coaching, metodología en auge para potenciar el talento en las empresas y el desarrollo de personas, presenta diferentes formatos y para evitar confusiones y detectar posibles malas praxis describo a continuación los diferentes tipos que hay para reconocerlos.

Es importante diferenciar el coaching de la terapia psicológica, el coaching se diferencia de la psicología en que no diagnostica, no utiliza herramientas propias de la psicología clínica, no ejerce un proceso de profundidad y un tratamiento sobre trastornos o problemáticas ya diagnosticadas y por lo tanto no tiene los mismos objetivos que un proceso terapéutico.

Una vez determinado esto podemos diferenciar dos tipos de líneas grandes dentro del coaching:

• Life Coaching: El profesional se muestra como un facilitador cuyo objetivo es fomentar el desarrollo de habilidades en una persona con el objetivo de que construya una relación sana y equilibrada con su entorno y con él mismo.

• Coaching ejecutivo: El profesional es el facilitador para desarrollar competencias en un entorno empresarial dirigido a los empleados pero también a los directivos de la organización a través de un plan de acción que permita aunar los objetivos de la empresa con las necesidades profesionales del trabajador. Se trata de ayudar al directivo que está inmerso en el proceso a mejorar a la hora de gestionar, administrar o dirigir su compañía o su equipo. El objetivo es potenciar una forma más responsable, sostenible, ética, solidaria, humanista y, en consecuencia, más rentable, productiva y competitiva. En definitiva, hablamos de un concepto que está íntimamente ligado al de la Responsabilidad Social Corporativa o Empresarial. Dentro del coaching ejecutivo nos podemos encontrar con diferentes formatos:
• Coaching de equipos: Está centrado en el desarrollo personal y profesional de cada individuo dentro de un grupo y en el estado del grupo en sí buscando alinear al equipo en torno a una misión organizacional. En este contexto, los objetivos son: incrementar el nivel de desempeño del equipo mediante el aumento del desempeño de sus individuos, analizar el grado de construcción del equipo, dar coherencia a la actuación del equipo, desarrollar nuevas estrategias para resolver posibles tensiones, construir alianzas y generar una misión común entre otros. 
• Coaching Ejecutivo Individual: Sesiones personalizadas y adaptadas a las necesidades del trabajador con el objetivo individual de desarrollar su potencial.

A partir de estos dos tipos de coaching y con la homologación de diferentes asociaciones profesionalizadas en el ámbito surgen coaching especializados como son el coaching deportivo, el coaching ontológico, coaching nutricional, coaching para el liderazgo y otros.

¿Soy competitivo?

Una vez que nos encontramos dentro del mercado laboral y vemos que pasan los meses y seguimos en el mismo punto donde estábamos decidimos salir a pelear con una energía que hace tiempo que no tenías. Energía que viene propulsada por la cantidad de información que te bombardea diciéndote todos los días que puedes, que vas aprender información que te dará claves para mejorar, para encontrar el cambio. Entonces empiezas a ver que la realidad sí que cambia y que estás haciendo las cosas bien pero… no te sirve. No te sirve porque no las quieres hacer bien, quieres ser el MEJOR de tu localidad en hacer eso, el que MEJOR imagen de marca presenta, el que más eventos acude y cuando te das cuenta te preguntas ¿Soy competitivo? ¿Actúo mal? A continuación os damos algunas pautas para que analicemos vuestro nivel de competitividad y encontréis el equilibrio:

Pregúntate ¿Cuál es el objetivo de mi competitividad?

Si es ser más aceptado socialmente, si es porque piensas que parece que si compites tu empresa, producto o servicio es mejor para el público… no estas compitiendo por una razón positiva. Lo importante es que tu motivación por competir sea ver en que puedes mejorar tu calidad de vida, tu sensación de bienestar, la calidad de tu producto o servicio. En ocasiones somos competitivos por aspectos que no nos aportan nada importante.

Empatiza

Ponte en el lugar del otro, en su forma de vida, intenta entender porque hace las cosas y desde ahí pregúntate si te compensa competir en esa situación o en ese terreno y si hacer determinadas acciones son éticas.

¿Cooperar te puede dar mejor resultado que competir?

Comenzamos una etapa donde la colaboración nos puede traer muchos más beneficios que la competición y donde podemos desterrar esas pautas educacionales que cumplían algunos desde niños como no compartir los juguetes o los apuntes de clase. Prueba a cooperar y verás que ganas mucho más a todos los niveles.

No desacredites a los demás

En ocasiones nos sentimos indignados cuando vemos que los demás nos parece que tienen mejor situación de la que se merecen o mejores resultados en su trabajo que nosotros. No debemos de hacer una campaña negativa, intentando que nuestro modo de competir sea crear mala imagen o presentar información de los demás. La única forma de competir generando un bienestar personal es mostrando aquello que nos diferencia y valorando también todas aquellas cosas que nosotros hemos conseguido y que también tienen valor.

Motiva a otros a seguir tu ejemplo al exhibir habilidades de competencias positivas y productivas. Y si crees que te viene bien una ayuda profesional, no dudes en buscar uno.