La histeroscopia es una técnica de cirugía mínimamente invasiva, al igual que la laparoscopia. Ambas se caracterizan porque mediante métodos naturales o con un abordaje ínfimo se introducen instrumentos dentro del cuerpo y se actúa en él. La visión puede ser directa o mediante endoscopia. 

Visualizar el interior del útero con fines diagnósticos o para realizar una intervención quirúrgica es posible gracias a la histeroscopia, un procedimiento ginecológico efectuado mediante una mini cámara introducida por vías naturales.

En concreto, se introduce a través de la vagina con el fin de realizar una intervención endoscópica con la que poder observar la normalidad o anormalidad de la misma.

La histeroscopia permite tener una visión uterina, para lo que se utiliza una especie de telescopio, muy delgado, llamado histeroscopio, que se introduce en el útero, desde la vagina y cuello del útero y que nos permite observar dentro del útero. 

Qué es la histeroscopia

A partir de lo apuntado podemos definir la histerospia como un procedimiento clínico que permite al ginecólogo explorar el interior del útero mediante una endoscopia.

Se trata de un método poco invasivo, que se realiza a través de la introducción de una cámara de vídeo endoscópico equipada con lentes de alta resolución. A su vez, el sistema óptico o histeroscopio que se introduce por el canal endocervical está conectado a un monitor externo. Por lo tanto, únicamente se lleva a cabo la introducción del sistema óptico, cuyo grosor oscila entre los 3 y 4 milímetros.

Unas dimensiones que, siendo muy pequeñas, exigen el uso de suero fisiológico u otros distensores acuosos con el fin de conseguir una distensión que facilite la misma.

Ventajas de la histeroscopia

Es posible definirla como la mejor técnica que existe actualmente para ver el útero, concretamente el canal cervical y la cavidad uterina. 

Su gran ventaja es que permite el diagnóstico preciso de posibles problemas de útero gracias a una visión que puede ser directa o indirecta. Mediante esta técnica médica es posible diagnosticar y tratar buena parte de la patología uterina intracavitaria, dejando la cirugía para los casos menos frecuentes.

Esta desaconsejada, sin embargo, si la mujer está embarazada o se ha sufrido recientemente una infección pélvica agua o de repetición.

Tipos de histeroscopia: Histeroscopia diagnóstica e histeroscopia quirúrgica

Su utilidad y tipología es amplia. La histeroscopia puede tener fines diagnósticos o de consulta, como por ejemplo para tomar muestras para realizar una biopsia, o para la retirada del DIU.

La histeroscopia quirúrgica, que ya precisa de sedación y es realizada en un quirófano, que permite realizar resección de pólipos, sinequias y tabiques, miomectomías, ablación endometrial, bloqueo de las trompas de Falopio para prevención de embarazo, tratamiento de irregularidades menstruales, etc.

Frente a la cirugía tradicional, presenta la ventaja de no requerir ingreso hospitalario, tener rápida recuperación y evitar incisiones muy invasivas.

Histeroscopia dagnóstica

La histeroscopia diagnóstica se orienta a un examen que controle la normalidad de la cavidad en momentos determinados, como un examen ginecológico general o antes de tratamientos de distinto tipo, por ejemplo, una fertilización in vitro u otras técnicas de fertilidad asistida.

De este modo, se puede observar la ausencia de enfermedades o la presencia de distintas condiciones médicas. También ayuda en la colocación de implantes de ligadura de trompas o, entre otras utilidades, para asegurarse de que no existen enfermedades del útero. En este punto, es importante destacar la importancia de su uso para un buen diagnóstico temprano del cáncer de endometrio.

Histeroscopia quirúrgica

Además de la histeroscopia diagnóstica, existe la modalidad terapéutica, denominada histeroscopia quirúrgica, en cuyo caso permite la realización de biopsias del útero y/o la extirpacion de miomas uterinos, pequeños fibronas o, por ejemplo, pólipos endometriales.

El histeroscopio, en efecto, puede estar equipado con instrumentos que permiten realizar intervenciones. El control visual que proporciona es idóneo para trabajar en la cavidad eliminando ciertas anomalías como las apuntadas.

En un caso hipotético, pongamos por caso que se utilice la histeroscopia diagnóstica para detectar una lesión y, posteriormente, se realice la extirpación pertinente del tumor uterino que supuestamente se encontró en aquella.

¿Cómo se aplica la histeroscopia?

Su utilidad es diagnóstica y se realiza de forma ambulatoria, si bien la modalidad quirúrgica también puede hacerse de forma ambulatoria cuando la lesión no presenta complicaciones.

Es decir, en muchos casos no precisa de ingreso en clínica, pero será el especialista quien decida al respecto. Por lo general, tras el examen, cuya duración no suele superar los 20 minutos, se aconseja permanecer tumbada alrededor de media hora, por lo que debe permanecerse en la clínica durante este tiempo extra de reposo.

Posteriormente, la paciente puede volver a hacer vida normal, salvo algunas excepciones que enumeramos más adelante, sin necesidad de más para lograr la recuperación cuando se trata de una histeroscopia diagnóstica.

Por otro lado, no precisa preparación especial. Se realiza con la paciente colocada en posición ginecológica y las imágenes que transmite la cámara se observan en una pantalla situada al lado del paciente.

Histeroscopia sin anestesia o con anestesia local

Normalmente se lleva a cabo la histeroscopia sin anestesia. En algunos casos, se aplica anestesia local a nivel cervical y excepcionalmente puede considerarse una anestesia de otro tipo, en función de las necesidades de cada paciente.

En algunos casos, la paciente será hospitalizada bien la noche siguiente o desde el día anterior. Después de su realización se aconseja descansar y comer de forma comedida, así como no practicar relaciones sexuales. Te puedes duchar pero no bañarse en los siguientes dos o tres días. 

Su realización implica una serie de complicaciones que pueden desaconsejarla, al igual que puede producir hemorragias y desgarros o la infección de las trompas, entre otros problemas.

¿Duele la histeroscopia?

En cuanto a la duda de si duele la histeroscopia, por lo general no es dolorosa, pero también es cierto que una de las complicaciones específicas de esta técnica es el dolor. Por último, de extirparse alguna pieza o piezas durante la intervención, en muchos casos se someterán a estudio para obtener el diagnóstico definitivo.

Imagen: BruceBlaus en Wikimedia

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