La muñeca es una parte de la anatomía clave para nuestra normal movilidad. Junto con la mano, puede realizar una gran variedad de movimientos, sumando ambas un total de 29 huesos.
No en vano, además de su movilidad, la muñeca está situada en una parte estratégica del brazo, uniendo cúbito y radio al carpo, es decir, la mano y el antegrazo. Una zona crítica, por lo tanto, ya que entre otras razones la mayor parte del movimiento y la fuerza de la dependen de los músculos del antebrazo.
Las lesiones óseas de la muñeca son relativamente frecuentes, y lo mismo ocurre con la mano, debido a que sus huesos son especialmente vulnerables a la hora debido a su desprotección o, por ejemplo, a que suelen anteponerse para atenuar el golpe como un acto reflejo.
Las lesiones de muñeca pueden clasificarse de muy distintas maneras en función de su causa, de su temporalidad o cronicidad, así como, por ejemplo, de las estructuras afectadas, pongamos por caso, pero por lo general todas ellas suelen cursar con dolor y una pérdida parcial o completa de movilidad en la articulación de la muñeca.
Las fracturas de la muñeca suelen afectar a diferentes huesos, pero éstas no son las únicas lesiones que puede sufrir esta parte de nuestro cuerpo. Al igual que las lesiones pueden ser óseas por caídas y golpes, entre otros traumatismos, el uso excesivo, -normalmente por repetición de movimientos-, puede ocasionar también lesiones en la mano y la muñeca, derivando en esguinces, tendinitis o el síndrome del túnel carpiano.
Los esguinces más severos pueden llegar a desgarrar los ligamentos de la muñeca, si bien en los casos menos graves sencillamente cursa con hinchazón y dolor, siendo opcional la mayoría de las veces mantener la muñeca inmovilizada mediante una férula.
El dolor es un síntoma que nos puede ayudar en su evaluación. Cuando éste sea extremo, por ejemplo, debemos entenderlo como una clara señal de que el especialista en traumatología debe verlo cuanto antes. Y, por otra parte, no siempre es posible diferenciarlo de una fractura, por lo que puede necesitarse el apoyo de una radiografía.
Tal y como hemos comentado previamente los esguinces de muñeca, o la tendinitis, están entre las lesiones de muñeca más frecuentes, pero también existen otras.
Existen lesiones en la muñeca que pueden aludir a cortes, reacciones alérgicas a picaduras que se agravan o, por ejemplo, ocurrir lo propio con distintos trastornos dermatológicos.
Igualmente, como hemos apuntado, los trastornos de movimiento repetitivo que pueden causar dolor crónico por compresión de un nervio, ocasionando el conocido síndrome del túnel carpiano.
De igual manera, otra de las lesiones más frecuentes de muñeca se produce a al cargar con pesos o recibir golpes de forma repetida pueden ocasionar bursitis, una lesión en la muñeca que cursa con inflamación de las bolsas de líquido que rodean las articulaciones, inflamando el área y provocando dolor.
Por lo tanto, las lesiones de muñeca pueden ser de muy distinto tipo y provocarlas diferentes causas. Pese a su variedad, son lesiones que tienen el común una mayor o menos incapacitación. Problemas más o menos agudos, que pueden convertirse en crónicos e impiden a los pacientes llevar una vida cotidiana normal.
De hecho, los problemas de muñeca suelen deberse normalmente a una lesión que ocasionan las fracturas de huesos, tendinitis, el síndrome del túnel carpiano o enfermedades de tipo degenerativo, como la artritis.
El tratamiento, lógicamente, dependerá del tipo de lesión de que se trate. Por ejemplo, cuando la lesión obedece a una repetición excesiva de un movimiento, bien en el ámbito deportivo o laboral, se intentará aliviar el dolor, la hinchazón y la debilidad de los dedos con reposo puntual o aminorando la frecuencia, además de aplicar hielo. Sin embargo, en los casos graves el tratamiento deberá ir más allá, pudiendo incluir fármacos y restricciones más severas.
Una fractura, por su parte, es esencialmente un hueso roto, por lo que su curación se planteará buscando la curación mediante las adecuadas técnicas de curación que existen.
Por lo general, existen muy distintas opciones de tratamiento, dependiendo del problema a abordar. Entre otras, el descanso, fármacos para aliviar el dolor, el uso de herramientas para la estabilización del complejo articular de la muñeca o también la cirugía, cuando las otras opciones se descartan o simplemente han fracasado.
Por último, si bien el cese o cambio de actividades puede ayudar a resolver el problema, lo cierto es que realizar un examen adecuado por parte del traumatólogo para llegar a un diagnóstico correcto es fundamental en éste y en la mayoría de los casos.
Sobre todo, porque no es necesario que se produzca una gran rotura para requerirse cirugía. O, por ejemplo, detrás de una lesión de muñeca pueden esconderse desde una artritis reumatoide hasta consecuencias de la misma que pueden afectar a otros órganos o, por ejemplo, secuelas provocadas por una vieja lesión que no fue tratada en su momento.
Las lesiones de muñeca de los tenistas
Las muñecas son zonas muy sensibles para los tenistas, por su grado de exposición. Novak Djokovic, el número 1 del mundo, es uno de los jugadores que mejor lo sabe. Después de haber competido en Río 2016 , el serbio anunció que no participaría en el torneo de Cincinnati por sus lesiones de muñeca.
El tenista considera que ha jugado muchos partidos y que tiene que tomar algo de descanso curarse. Durante esta temporada, el ganador de 12 Grand Slams jugó 56 partidos, de los que perdió solamente 5. En un principio, su regreso al circuito está previsto para el US Open.
Djokovic, se frustró mucho después de perder con Del Potro y el oro olímpico es el único trofeo "grande" que le falta. Aún así, es un cómodo líder del ranking, aunque tiene muchos puntos por defender y el escocés Andy Murray podría superarle por sus buenos resultados en los últimos tiempos.
Djokovic no es el único tenista en padecer lesiones de muñeca este año. El español Rafael Nadal decidió retirarse antes de jugar la tercera rueda del último Roland Garrós por este tipo de problemas.