La rehabilitación, tal y como la define la Organización Mundial de la Salud, comprende todas aquellas técnicas y medidas, que tienen por objeto atender las consecuencias de un trauma o enfermedad que produce minusvalía o discapacidad, para posibilitar que los afectados puedan recuperar su funcionalidad desde una perspectiva de integración social o laboral
La rehabilitación implica un gran número de aspectos, fundamentalmente cinco: los aspectos clínicos, tanto físicos, como mentales, los educativos, los psicosociales, los recreativos y los profesionales. La pérdida de autonomía y de capacidades físicas, afecta también lo psicológico, pero también lo laboral o profesional, lo familiar, etc
Desde el punto de vista traumatológico, la rehabilitación trata de recuperar la funcionalidad, tras sufrir un traumatismo y la misma forma parte del tratamiento, desde un comienzo, pudiendo ser el tratamiento ortopédico, funcional, posquirúrgico, etc. Dentro de la misma, se distinguiría la que tiene por objeto una mejora de las consecuencias del traumatismo, por ejemplo, la mejora del edema, del dolor o del derrame articular y la otra que tiene por objeto la recuperación de la fuerza muscular, o las aptitudes de las articulaciones. En el caso, de que existiera una práctica deportiva previa al traumatismo, se reanudarán las actividades físicas de forma temprana, para mejorar rápidamente la adaptación física.
La rehabilitación puede utilizar diferentes técnicas como la electroterapia, terapia manual, actividad física, etc. y es de gran utilidad para tratar: