El ronquido se produce porque mientras dormimos, los músculos responsables de que se mantenga permeable la vía respiratoria, se relajan, dificultando que el aire pase a nivel de la faringe, produciendo la vibración de los tejidos blandos y el consiguiente ronquido.
Los ronquidos son bastante comunes, y por muy molestos que resulten para la convivencia nocturna, también pueden constituir un síntoma de diferentes enfermedades.
Aunque dificulta la calidad del sueño, tanto de la pareja como del propio roncador, por lo general no suelen suponer un grave problema de salud, pero sí hay que considerar que puede ser el primer signo de patologías entre la que cabe destacar una seria afección llamada apnea del sueño.
El simple hecho de no poder tener un sueño reparador hace que los grandes roncadores suelan tener una tensión arterial más elevada, pudiendo llegar a padecer apnea del sueño, una roncopatía severa que se caracteriza por la interrupción de la respiración entre los ronquidos.
El problema de los ronquidos se agrava con la edad y es más frecuente en los hombres y en personas con sobrepeso. Además de este perfil general, los roncadores tienen problemas de bajo tono muscular, un desarrollo excesivo de los tejidos de la garganta o un paladar grande, además de poder padecer una obstrucción o bloqueo de las vías respiratorias nasales.
La obstrucción parcial de las vías respiratorias superiores, causante del ronquido, puede deberse a una o varias de las razones apuntadas, y descubrirlas es clave para encontrar un tratamiento efectivo.
El tratamiento del ronquido por profesionales, entre ellos odontólogos, es importante, para descartar que detrás de él hay un Síndrome de Apnea Obstructiva del Sueño, SAOS. Entre los profesionales responsables del tratamiento de esta patología se encuentran los dentistas, cirujanos maxilofaciales, otorrinos, neurólogos y neurofisiólogos. ¿Cómo actuar, existen tratamientos eficaces?
Como suele decirse de forma acertada, la prevención es la mejor medicina. En este caso, para prevenir los ronquidos se recomienda llevar una vida activa, evitando el sedentarismo, y llevar una dieta saludable que excluya las grandes cenas, así como los tranquilizantes y antihistamínicos antes de dormir.
También se aconseja evitar el cansancio excesivo, dormir de costado y colocar el colchón inclinado, levantando la parte superior. De igual manera, es importante tener en cuenta cuáles son los factores agravantes para así intentar corregirlos en la medida de lo posible, como el sobrepeso, el consumo de tabaco o de alcohol.
Si no logramos evitarlos mejorando nuestro estilo de vida, es conveniente hacerse un estudio médico para identificar posibles causas. Aunque es importante tener en cuenta que el tratamiento del ronquido no solo depende de éstas, sino también de las complicaciones relacionadas con las patologías asociadas.
En caso de encontrar dichas causas, por lo tanto, se tomarán las medidas apropiadas a partir de la valoración de éste y otros síntomas, teniendo en cuenta la situación de cada paciente.
Los resultados del estudio pueden aconsejar muy distintos tipos de actuación.
En ocasiones, el uso de una prótesis dental puede ser útil al aumentar la abertura de las vías respiratorias superiores, evitando la obstrucción que causa los ronquidos. Normalmente se utiliza para dormir, mejora ronquidos y apneas; para ser efectiva, deben ser personalizada.
En estados de mayor gravedad puede ser recomendable una CPAP, mascarilla que proporciona aire a presión, pero que precisa de la realización de una poligrafía nocturna.
Si el ronquido es provocado por un problema anatómico, entonces habría que recurrir a la cirugía maxilofacial.
También puede requerirse una intervención quirúrgica de rinoplastia, la extirpación de las amígdalas o de vegetaciones, la reducción del tamaño del paladar y garganta o, pongamos por caso, el tratamiento de una alergia nasal o infección.
En efecto, si el ronquido tiene una causa infecciosa o alergénica se deberá tratar la congestión nasal que, en última instancia, ocasionan los ronquidos. En estos casos, tan solo con la descongestión de las vías respiratorias superiores o minimizando la exposición a los alérgenos, así como tratando las alergias puede evitarse dicha congestión nasal y también los ronquidos.
En algunos casos se obtienen buenos resultados con una medicación suave o la realización de entrenamientos antirronquidos para así fortalecer los tejidos de la faringe. Igualmente, pueden ayudar las tiras nasales que ayudan a respirar mejor, cuya eficacia depende en gran medida de la elección del tamaño adecuado.
Formadas por bandas de plástico flexible y resistente, ayudan a abrir las fosas nasales, aumentando hasta en un 30 por ciento el flujo de aire que entra en los pulmones, si bien no se recomienda un uso durante más de 12 horas diarias. Se utilizan para mejorar el rendimiento deportivo, para aliviar la congestión nasal y a dormir mejor, sin respirar por la boca, pudiendo evitar o minimizar los ronquidos.
Otra opción es el tratamiento de los ronquidos con acupuntura, además de poderse recurrir a medicinas alternativas como son la homeopatía o la fitoterapia.
Por último, el tratamiento quirúrgico que consiste en la extirpación total o parcial de la úvula, la faringe, amígdalas o el velo del paladar, conocido como uvulopalatofaringoplastia se suele recurrir únicamente en los casos más graves. con el fin de ayudar a respirar con más facilidad, disminuyendo los ronquidos o la apnea del sueño.
Como toda cirugía, también esta tiene sus riesgos y no garantiza que los ronquidos desaparezcan ni tampoco la apnea del sueño, pudiendo incluso empeorar e incluso precisar la realización de una segunda intervención. Entre otros peligros a tener en cuenta, podría producirse una infección o un sangrado mayor de lo esperado. Por último, en cuanto a las secuelas relacionadas con los sentidos, podría cambiar el sonido de la voz y perder temporalmente el sentido del gusto.
El sobrepeso, la ingesta de alcohol, no dormir lo suficiente o la ingestión de depresores del sistema nervioso central son algunas de las causas de los ronquidos, explican los expertos.
Con respecto al exceso de peso, un 80 por ciento de los pacientes con roncopatía son obesos al reducirse el calibre de la vía aérea superior e incrementar la grasa en el área, encargados de mantener la vía abierta.
Solo con una reducción de peso se consigue disminuir su intensidad, así como mejorar la eficiencia de los tratamientos, según concluye una investigación publicada en el American Family Physician que estudió la apnea obstructiva del sueño y sus síntomas, entre ellos los ronquidos.
Los expertos también recomiendan eliminar la ingesta de alcohol, así como evitar los sedantes, amsiolíticos y otros depresores del sistema nervioso central, además de cuidar la calidad del sueño. En concreto, se aconseja no dormir en posición supina (boca arriba) y hacerlo un mínimo de ocho horas diarias respetando horarios regulares.
El ronquido aparece a consecuencia de los movimientos vibratorios que se producen en diversos niveles de la vía aérea superior, donde se sitúa la garganta. Sus consecuencias van más allá del ruido molesto o de una somnolencia diurna, afectando a la desestructuración del sueño y los descensos de la oxigenación mientras se duerme.
De forma indirecta, pueden producirse alteraciones que merman la calidad de vida, provocan trastornos de conducta y afectan a la salud, aumentando el riesgo de enfermedades cardiovasculares o neuropsiquiátricas, entre otras.
¿Cómo evitar los ronquidos? Y que todos puedan dormir por fin
Los ronquidos, esos grandes enemigos del sueño en pareja. En algún momento momento de la vida todos hemos sido roncadores, o hemos más...
Katherine Woodberry
14/sep/2016
El ronquido en niños tiene una prevalencia del 10%
Un 10% de los menores ronca de forma frecuente y un 3% sufre la denominada apnea del sueño. Para tener en cuenta estos datos, se considera que un niño ronca habitualmente cuando lo hace al menos tres veces a la semana y durante tres semanas seguidas. Además, más del 40% de los adolescentes que padecen obesidad en algún grave también sufren este tipo de trastornos respiratorios.
Algunas de las causas pueden ser fisiológicas, sobre todo en niños con facies estrechas o paladares profundos. Normalmente, esta situación se da en la adolescencia, pero también en tramos de edad de los 3 a los 5 años.
La apnea del sueño puede causar problemas a largo plazo, como falta de concentración durante el día o problemas cardiovasculares o endocrinos. Si los padres detectan que su hijo ronca en exceso o que durante el día no está todo lo activo que debería, es importante que visite al pediatra y le transmita sus preocupaciones, para que este pueda determinar si existe o no apnea del sueño y cuál puede ser el tratamiento. Así se pueden evitar problemas futuros derivados de este trastorno respiratorio y mejorar la salud general del niño, como el sobrepeso.